John Dewey fue un filósofo, pedagogo y psicólogo estadounidense que vivió durante la segundamitad del S.XIX y la primera mitad del S.XX. Es considerado uno de los filósofos más importantes de su época.
En materia de educación, sus aportaciones fueron de gran importancia. Fue uno de los precursores y gran defensor de la Escuela Nueva.
Este plasmó sus ideas sobre educación en un ensayo llamado Mi credo pedagógico en 1897. Durante toda su vida se dedicó a desarrollar las ideas expuestas en este ensayo.
Como parte de las actividades realizadas en clase durante el curso, hemos realizado en grupos un breve resumen de las ideas más importantes expresadas por Dewey en su ensayo.
Artículo 1º: Lo que es la educación
La educación es la relación del individuo con la sociedad desde su nacimiento. Por lo tanto el individuo será heredero de la sociedad en la que vive y así dependerá su educación.
El individuo conocerá el significado de las cosas a medida que vaya comprendiendo la reacción de los demás a sus actos.
Por lo tanto los aspectos psicológicos y sociales tienen la misma importancia, sin ser ninguno subordinado del otro.
Es imposible preparar a un niño y educarle con el pensamiento de que se adapte a un futuro, puesto que desconocemos como será éste. Pero si le podemos preparar para que sepa adaptarse de la manera más rápida y eficaz posible.
Artículo 2º: Lo que es la escuela
Dewey entiende que la escuela es una institución social, una forma de vivir en comunidad. Los niños deben utilizar sus capacidades para fines sociales.
Para él, la escuela debe representar la vida presente, formas que sean vividas por sí mismos y no una preparación para la vida futura.
La escuela como institución debe simplificar la vida social existente porque es compleja para el niño. Sin esta simplificación el niño se sentirá distraído y abrumado.
La vida escolar ha de surgir gradualmente de la vida doméstica. Es asunto de la escuela profundizar y ampliar su sentido de los valores concentrados en su vida de hogar.
La educación actual fracasa porque olvida este principio fundamental. Ésta concibe la escuela como un lugar que da ciertas informaciones, para aprender lecciones o donde se han de formar ciertos hábitos, pero esto no llega a ser parte de la experiencia vital del niño y no son verdaderamente educativas.
El papel del maestro no está para imponer ideas o ciertos hábitos sino que es un miembro más de la comunidad y debe seleccionar las influencias adecuadas para el niño.
Los exámenes solo pueden aceptarse cuando se comprueban las aptitudes del niño para la vida social y en qué lugar podrá adaptarse mejor.
Artículo 3º: Las materias de enseñanza
La vida social del niño es la base de concentración en todo su desarrollo.
Dificultamos los resultados éticos introduciendo rápidamente estudios especiales, de lecturas, escrituras…, sin ninguna relación con su vida social.
El verdadero centro de concentración o correlación de las materias escolares son las propias actividades que realiza el niño.
No se puede unificar la educación en el estudio de las ciencias o la naturaleza.
La literatura refleja e interpreta la experiencia social, por lo que no puede ser la base, pero sí el sumario de la unificación.
La base primaria de la educación se halla en las capacidades del niño.
Las actividades constructivas o expresivas han de ser el centro de correlación (cocina, costura, trabajo manual…) en la misma medida que los medios de descanso o compensación.
Cuando se exponen los materiales y los procesos que han hecho de la vida social lo que es, el estudio de las ciencias es educativo. El estudio de las ciencias proporciona capacidad para interpretar y controlar la experiencia ya adquirida.
Actualmente se ha perdido valor al estudio de la literatura y el lenguaje porque se elimina el elemento social, aunque el lenguaje es un instrumento lógico, primariamente es un instrumento social, ya que es un medio de comunicación.
Artículo 4º: La naturaleza del método
El método debe basarse en el orden de desarrollo de las capacidades del niño.
La naturaleza del niño va de un aspecto activo a un aspecto pasivo, primero se expresa y luego es consciente de esa expresión. La consciencia se proyecta en las acciones. En la escuela se olvida ese principio y se posiciona al niño en una actitud pasiva absorbiendo conocimientos, lo que da lugar a unos malos resultados.
El razonamiento es resultado de la acción y este nos ayuda a controlar las acciones. En la escuela se trata de desarrollar esa capacidad sin referencia a la selección y ordenación de los medios en acción, dando como resultado la presentación al niño de símbolos arbitrarios, un conjunto de ideas sin sentido.
El mejor instrumento de enseñanza es la imagen, la idea que el niño se forma acerca de unos conocimientos. En la escuela se centran en que el niño se cree una imagen concreta en lugar de educar su capacidad de crear dichas imágenes, lo que facilitaría en gran medida la enseñanza.
Los intereses que muestra el niño nos enseñan el estado en el que se encuentra su capacidad en desarrollo. Observando estos intereses podemos conocer sus capacidades y el material que más le favorece. Estos intereses no deben reprimirse ni favorecerse.
No se debe provocar las emociones. A través de la educación en la acción y el pensamiento las emociones se educan por sí mismas.
Referencias:
Dewey, J. (1897). Mi credo pedagógico.
http://thenewschoolhistory.org/wp-content/uploads/2014/11/JohnDewey.jpg
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