miércoles, 18 de noviembre de 2015

El bilingüismo

En las exposiciones de los trabajos monográficos realizados en grupo, de los que hablaba en la entrada anterior, se han expuesto numerosos temas que han dado lugar a amplios debates en el aula. Uno de los que más llamo mi atención fue el tema del bilingüismo en las aulas.

Como bien sabemos, hoy en día se le da mucha importancia al inglés ya que es un idioma con el que puedes comunicarte prácticamente en cualquier parte del mundo. En España se está dando un interés creciente por este idioma, de modo que se está implantando en las aulas mediante programas de educación bilingüe. Otra de las razones por las que se le da tanta importancia a estos programas son los malos resultados de los alumnos españoles en la asignatura de inglés, que demuestran que España se encuentra bastante rezagada en el uso de este idioma.

En este trabajo, nuestras compañeras nos mostraban que hoy en día la importancia que se le da al aprendizaje de este idioma es cada vez mayor, pero nos planteaban la posibilidad de que estos programas no tuvieran sólo aspectos positivos.

Para comprobarlo, realizaron encuestas a profesores de un colegio bilingüe. El claro aspecto positivo de que estos programas mejoran el nivel de inglés quedó demostrado, sin embargo, también se demostró algo que todos sospechamos y que llamó mucho mi atención: el hecho de aprender algunas asignaturas en inglés dificulta el aprendizaje de esas materias.

Esto es algo que no me sorprende, ya que mi creencia respecto a los programas bilingües actuales es la de que fomentan el inglés pero dificultan el aprendizaje de conocimientos sobre la materia impartida en dicho idioma. Dentro de mis círculos más cercanos conozco niños que se encuentran dentro de programas bilingües, ya que tanto el colegio de mi localidad como la mayoría de centros cercanos poseen actualmente estos programas. Desde mi propia experiencia, he podido comprobar como una niña de 7 años era capaz de decirme el nombre de algunos huesos del cuerpo en inglés, pero no sabía decirlos en español.

Sin embargo, con esta postura no me encuentro en contra de los programas bilingües, ya que considero que es una gran iniciativa y que el aprendizaje del inglés es fundamental para vivir en sociedad actualmente. Considero que debe mejorarse para adaptarse realmente a las necesidades sociales y permitir un desarrollo global y completo de los alumnos. Espero que poco a poco estos programas vayan mejorando y que el día de mañana pueda ver como futura docente los resultados positivos de esta iniciativa.

martes, 17 de noviembre de 2015

Las actividades extraescolares.

Durante este primer cuatrimestre hemos realizado un trabajo monográfico por grupos acerca de algunos de los temas tratados en clase. Después de descartar algunos temas nos quedamos con un grupo reducido, de los que analizamos el interés que nos generaban y las dificultades que nos podrían plantear. Después de mucho pensarlo, elegimos las actividades extraescolares.

Para comenzar el trabajo, primero debimos situar nuestro objeto de estudio y analizarlo. Encontramos así que dentro de los ámbitos educativos, las actividades extraescolares se sitúan en el ámbito de la educación no formal, lo que podríamos definir cómo actividades educativas sistemáticas no escolares.

Actualmente, la educación de los niños les ocupa cada vez más horas al día. Ya no sólo son las horas de clase, si no la gran cantidad de deberes y tareas que se les mandan a los niños. Este punto entra en conflicto con las actividades extraescolares, ya que se genera la duda de si los niños que realizan actividades extraescolares disponen del tiempo suficiente para hacer los deberes y estudiar. Esto lo hemos reflejado en nuestra primera hipótesis:
- Los niños que realizan actividades extraescolares no disponen de tiempo suficiente para hacer los deberes y estudiar.

La segunda de nuestras hipótesis se sitúa en un campo totalmente distinto. Normalmente se tiene una creencia general sobre las preferencias de los niños y los padres acerca de las actividades extraescolares. Tendemos a pensar que los niños prefieren las actividades de ocio mientras que los padres prefieren actividades educativas. Por ello, hemos formulado así la hipótesis:
- Los niños prefieren realizar actividades extraescolares relacionadas con el ocio, mientras que los padres prefieren las actividades de refuerzo educativo.







Para comprobar nuestras hipótesis decidimos realizar dos encuestas. La primera estaba dirigida a niños que realizaran actividades extraescolares, mientras que la segunda estaba dirigida a los padres de estos niños.

Para realizar las encuestas nuestra muestra se compuso de nueve niños de entre nueve y quince años.





En un principio, estábamos convencidas de que los resultados que obtendríamos validarían nuestras hipótesis iniciales. Sin embargo, algunas de las respuestas que obtuvimos nos sorprendieron y los resultados no fueron exactamente los que esperábamos en un principio.




Después de observar los resultados obtenidos con las encuestas, rechazamos la primera hipótesis. Encontramos un pequeño 22,2% de niños a los que les falta tiempo para estudiar y hacer deberes, debido a la realización de actividades extraescolares. Este porcentaje se corresponde con los encuestados de mayor edad. Por eso, podemos concluir que a medida que subimos de nivel educativo, más difícil es compaginar las actividades extraescolares con las exigencias escolares.

En cambio, la segunda hipótesis se confirma. El 100% de los niños prefieren actividades de ocio ya que prefieren divertirse y evadirse de las cargas escolares. En cambio, el 100% de los padres prefieren actividades de refuerzo escolar para una mejor formación de sus hijos.

En base a ambas conclusiones, podemos deducir que aunque los alumnos tengan tiempo para compaginar escuela y actividades extraescolares, les falta tiempo para la vida en familia. Tanto es así que no existe una buena comunicación entre padres e hijos sobre las preferencias de estas actividades.


Después de realizar este trabajo y ver los resultados obtenidos, he podido sacar conclusiones personales que no quedan reflejadas en él. Durante el tiempo que pasé realizando las encuestas, pude hablar con los niños y sus padres acerca de este tema. La mayoría de los niños son capaces de compaginar tanto las actividades escolares como las extraescolares, sin embargo, después de esto casi no disponen de tiempo para su vida social. Los padres creían que los niños muchas veces estaban sobrecargados de deberes y muchas veces no les quedaba tiempo para jugar con sus amigos o pasar tiempo con su familia. Por esta razón le dan mucha importancia a las actividades extraescolares, ya que es una manera de que los niños se diviertan y se relacionen. Además pude ver que, independientemente de el tipo de actividades extraescolares que fueran, a los niños les gustaba asistir y pasar ese tiempo con sus amigos aunque fuera estudiando.

Desde mi punto de vista, muchas veces se sobrecarga a los niños con deberes y tareas escolares sin tener en cuenta que todo niño debe tener su tiempo de ocio y de descanso. Debemos dejar que los niños, como niños que son, jueguen y vivan su infancia no sólo entre libros de texto.


Referencias:

Hermoso Vega, Y., (2009). Estudio de la ocupación del tiempo libre de la población escolar y su participación en actividades extraescolares. 92-93.


Aunión, J. A., (2010). Ojo con cargar la agenda del niño. El país.

viernes, 13 de noviembre de 2015

La educación del futuro.

Esta semana hemos visto en clase un breve documental del Discovery Science que trata de imaginar cómo será la educación en el año 2111. Para ello se trasladan a los dos países del planeta con los mejores resultados en el campo de la educación: Corea del Sur y Finlandia.


En el documental podemos ver como en Corea orientan la educación totalmente hacia las nuevas tecnologías. En Finlandia, en cambio, la educación se orienta a la equidad entre alumnos y a generar en ellos el interés por el aprendizaje. No son corrientes totalmente separadas ya que se encuentran relacionadas.

Cuando me paro a pensar en cómo será la educación del futuro, no puedo imaginar una respuesta exacta. Como hemos podido ver, las tecnologías son inevitablemente el futuro. Desde mi punto de vista es una de las cosas más positivas que puede darse en educación. A través de la tecnología las experiencias de enseñanza pueden ser casi ilimitadas y generar un interés y una atención en los alumnos que es difícil de generar a través de un libro de texto. Una educación como la que se puede ver en el instituto Keris de Corea es un gran avance, sin embargo, las opiniones acerca de esta educación no creo que sean del todo acertadas. La tecnología puede ocupar gran parte del contexto educativo, pero nunca debemos permitir que el papel y los lapices desaparezcan de las aulas. Es imprescindible que los niños aprendan a escribir o colorear y que esto no suceda sólo a través de un aparato electrónico.

Desde mi punto de vista, la educación ideal sería una mezcla entre la educación de Corea del Sur y Finlandia. Debemos integrar las tecnologías en el aula de manera potencial, teniendo en cuenta el principio de equidad que reina en las escuelas de Finlandia. La figura del maestro es fundamental para motivar y guiar el conocimiento de los alumnos a través de estas tecnologías y nunca van a llegar a ser prescindibles. La base de la educación son los profesores, ya que sin esa guía sería muy difícil que sucediera el proceso de la educación.

martes, 10 de noviembre de 2015

Los derechos humanos, ¿ficción o realidad?

Cómo hemos podido ver en clase, el 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño. En este día se conmemora la aprobación de la Declaración de los Derechos del Niño, que tuvo lugar el 20 de noviembre de 1959, en la Asamblea General de la ONU.


Para hablar de los derechos de los niños primero debemos hablar de los derechos humanos y conocer su historia.

Antes de Ciro el grande no existían los Derechos Humanos. Cuando conquistó Babilonia en el 539 a.C, liberó a los esclavos y estableció la libertad de religión. Nacieron así los Derechos Humanos, idea que se fue extendiendo por numerosos lugares del mundo hasta llegar a Roma, donde llamaron a esta idea Derecho Natural. Aún así, estos siempre han sido pisados por los hombres poderosos.
A partir de entonces ha habido numerosas revoluciones y conflictos con motivo de estos derechos, como la Revolución Francesa.

Tras el intento de Napoleón por nombrarse emperador del mundo, se redactaron numerosos acuerdos internacionales que garantizaban muchos derechos, pero sólo en Europa.

Cuando los Derechos Humanos comenzaban a hacerse una idea más fuerte y clara a nivel mundial, estalló la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron 90 millones de personas y los Derechos Humanos casi llegan a extinguirse. Por esta causa, los países de la Tierra hicieron causa común y fundaron las Naciones Unidas, cuyo principal objetivo era la promulgación de una Declaración Universal de Derechos Humanos. Esto se consiguió el 10 de diciembre de 1948.


En esta declaración podemos encontrar un total de 30 derechos, como el derecho a la vida o el derecho a la educación. Algunas de las características de dichos derechos es que son inviolables y obligatorios pero, ¿es eso cierto?

Según UNICEF, 19000 niños mueren al día por causas como el hambre o enfermedades que podrían evitarse con el acceso a una atención sanitaria de calidad. Este simple hecho viola algunos de esos derechos que son "universales".

Desde mi punto de vista, actualmente hemos llegado a establecer una serie de derechos que todas las personas deberíamos tener. Sin embargo, el problema no estaba, cómo se ha creído tanto tiempo, en definir qué y cuáles eran esos derechos, sino en hacer que se cumplieran. No podemos hablar de estos derechos y sus características si están siendo incumplidos en todos los países del mundo. Una de las grandes metas que le queda a la humanidad es conseguir que todos semos conscientes de nuestra igualdad, de que todos tenemos los mismos derechos y que todos se deben respetar. Sólo cuando todo ser humano, de manera individual, respete la Declaración Universal de los Derechos Humanos y haga todo lo que esté en su mano para su cumplimiento, esta se convertirá en una realidad mundial.

Como futuros docentes, es nuestra responsabilidad enseñar a los niños sus derechos y educarles en igualdad para que entiendan que son los mismos para todos los niños del mundo, por lo que teneos que luchar todos juntas para que se cumplan.



Referencias:

https://www.youtube.com/watch?v=PPeRECua5CQ

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Los cuatro pilares de la educación

A la educación del siglo XXI se le plantea una doble exigencia. La primera es transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognitiva. La segunda es la de hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por las corrientes de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos.

Para cumplir con estas dos exigencias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro pilares del conocimiento: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Estos pilares deben recibir un tratamiento equivalente dentro de sistema educativo, para que la educación resulte una experiencia global y dure para toda la vida en los planos cognitivos y prácticos.


Aprender a conocer
Este tipo de aprendizaje tiende más al dominio de los instrumentos del saber y puede considerarse medio y finalidad de la vida humana. Como medio consiste en entender el mundo que nos rodea para poder vivir con dignidad, desarrollarnos y comunicarnos con el mundo. El incremento del saber nos permite comprender mejor el entorno, favoreciendo la curiosidad intelectual y permitiendo descifrar la realidad, con lo que adquirimos un autonomía de juicio.
Sin embargo, actualmente la idea de conocerlo todo es imposible. Por ello se debe limitar el conocimiento  un pequeño numero de materias.
Gracias a este pilar del conocimiento se ejercitan la atención, la memoria y el pensamiento.
La adquisición de conocimiento continúa durante toda la vida, por lo que esta enseñanza básica tendrá éxito si aporta unas bases y un impulso para que se pueda seguir aprendiendo durante toda la vida.

Aprender a hacer

Estos dos primeros pilares son indisociables. Aprender a hacer se centra en llevar a la práctica lo que ya hemos aprendido. Hace referencia a las competencias personales que nos permiten enfrentarnos a nuestra vida cotidiana. Este aprendizaje debe evolucionar y no debe considerarse una mera adquisición de prácticas rutinarias.

Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás

Este es uno de los principales objetivos de la educación actual. Hoy en día se da en el mundo una atmósfera de competencia y éxito individual.La escuela tiene la labor de instruir en la cooperación y la solidaridad. Se debe enseñar la diversidad de la especie humana, para que los niños tomen conciencia de las semejanzas y la interdependencia que tenemos unos de otros.
Gracias a esta educación se superan los hábitos individuales y se valoran las semejanzas por encima de las diferencias entre las personas.
Los colegios deben reservar tiempo para llevar a cabo proyectos de cooperación entre los alumnos, con actividades deportivas, culturales, etc. La colaboración de maestros y alumnos en estas prácticas permite aprender un método de solución y una referencia que servirá para toda la vida futura.

Aprender a ser
Implica contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, etc. Los niños adquieren así un pensamiento autónomo y un juicio propio. Se les debe ofrecer a los niños y jóvenes todas las oportunidades posibles de descubrimiento y experimentación, para que lleguen a saber lo que quieren ser en su vida. La sociedad necesita de diversidad y personas excepcionales.


Estos cuatro pilares no deben limitarse a una etapa escolar concreta, si no que deben situarse a lo largo de todo el contexto educativo para que vayan complementándose durante el trayecto educativo del alumno.


Referencias:

Lectura obligatoria, Los cuatro pilares de la educación.